OSIRIS-REx, la sonda espacial que salvará al mundo

Sonda espacial
La sonda espacial estudiará al asteroide Bennu para evitar un posible impacto con la Tierra entre 2175 y 2199. (Foto: Cortesía/NASA)

El pasado 8 de septiembre, la NASA lanzó al espacio una sonda espacial la cual realizará una larga travesía hasta llegar al asteroide Bennu y tomar muestras de él para traerlas de regreso a la Tierra. De nombre OSIRIS-REx, la sonda despegó desde Cabo Cañaveral en la punta de un cohete Atlas V de United Launch Alliance de manera exitosa y ha cumplido con sus objetivos iniciales.

Nota relacionada: ¿Te gusta ver el espacio? Descarga éstas apps

De acuerdo con Dante Lauretta, el principal investigador de la misión, lo siguiente será tener el primer vistazo del asteroide Bennu con imágenes enviadas desde la sonda espacial, la cual aterrizará en el asteroide en agosto del 2018.

Nota relacionada: Carrera de drones, el deporte del futuro

OSIRIS-REx recogerá muestras de Bennu para estudiarlas con ayuda de un brazo robótico de nombre TAGSAM que hará contacto con la superficie del asteroide durante 5 segundos, tiempo suficiente para que éste lance una ráfaga de nitrógeno y levante piedras y polvo.

Lo anterior ocurrirá hasta julio del 2020, pues durante meses la sonda se dedicará a tomar fotos, escanear la superficie y crear un mapa.

Finalmente, la OSIRIS-REx iniciará su trayecto de vuelta a casa en marzo de 2021 y llegará a la Tierra el 24 de septiembre de 2023. La sonda no aterrizará, pues el plan es que vuele sobre Utah, deje caer la cápsula con las muestras del asteroide y que un paracaídas la guié a un campo de pruebas en Tooele County, Utah.

Nota relacionada: 7 predicciones de ‘Star Trek’ que ya son realidad

La razón por la que es tan importante obtener información sobre Bennu, es porque este asteroide, que tiene un diámetro de 492 metros, podría impactar en la Tierra generando grandes daños.

Su próximo acercamiento al planeta es en el año 2135 y pasará justo dentro de la órbita lunar, pero existe una probabilidad -una en 2500- de que impacte en la Tierra entre los años 2175 y 2199, y la NASA prefiere tomar desde ahora las medidas necesarias.